8 de octubre de 2012



A pesar de lo que pensaba sobre el mundillo artístico, el Sr. Morris hizo esfuerzos por morderse la lengua y no poner pegas el día que su hija le dijo que quería estudiar arte en una prestigiosa escuela de Brooklyn. La incipiente carrera de Julie dio un giro inesperado cuando conoció a Paul, aquel chico menudo con aires de superioridad intelectual que la convirtió en musa y modelo de todas sus creaciones fotográficas en las que, según él, pretendía captar el aislamiento y el vacío existencial del hombre en la sociedad contemporánea. Julie pronto se identificó con su radicalismo, abandonando los pinceles para entregarse junto a él a una intensa labor creativa en común, hasta que murió Paul a los 85 años de edad. Aunque casi toda la obra de la pareja se ha perdido misteriosamente dando lugar a todo tipo de especulaciones, un periodista de la época afirmaba que una ya anciana Julie le había confesado que habían llegado al estado más puro del minimalismo, y que, a pesar de ello y de la incomprensión sufrida por la crítica especializada, lo único que ella lamentaba en su vida artística era que Paul no la hubiera retratado en primer plano porque, decía, apenas recordaba como era su rostro cuando era joven.

" Fondo musical para acompañar la lectura: Charles Ives - The unanswered question (http://www.youtube.com/watch?v=KYug4df2Yf0)