28 de septiembre de 2012



Desde que mi madre leyó aquel libro de Scott Fitzgerald no cesaba de decirme que no debía criticar a nadie que me pareciese diferente, porque aquel no había tenido las mismas oportunidades que nosotros. Yo no sabía muy bien lo que quería decir, y en cierta manera me daba igual, pero no podía evitar el asombro que me producía nuestro vecino el Sr. Richards, cuya tarjeta de visita le definía como inventor. Les puedo decir que yo era muy pequeño y mis preguntas, como era natural en mi edad, eran indiscretas. Mi madre, intentando desembarazarse de tan delicada situación, me explicaba que los tiempos que le tocaron vivir al Sr. Richards fueron difíciles y que no tuvo la libertad que había ahora. Pero yo sabía, por las veces que le vi con su artefacto, que lo hacía delante de bellas mujeres.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Tommy Dorsey - Tea for two (http://www.youtube.com/watch?v=4WcASyXqZfA)

27 de septiembre de 2012



Mamá fue una mujer muy moderna para su tiempo. Supo compaginar la convivencia con una caótica familia con su vocación de profesora en un colegio de secundaria. Y aún así, a pesar de sus intensas jornadas, tenía tiempo para esbozar una sonrisa. Sí, porque mi familia era algo delirante. Bien es cierto que, una cosa es el sentido del humor y otra muy diferente las payasadas. En esto mi padre fue un especialista y mis hermanos y yo, sus más fieles seguidores. Hasta tal punto que nuestras novias enseguida se contagiaron de todo ello, apuntándose a cuanta ocurrencia surgiese, fuese cual fuese el momento y el lugar. La única pena que tuvo mi madre es que jamás logró tener un retrato de familia en condiciones normales, por ello hubo un momento en que prefirió no salir más, ya que le entraba tal risa que, inconscientemente, se daba la vuelta. De ahí que su espalda fuese su parte más fotografiada. Pero lo más divertido de nuestros álbumes era la formalidad que derrochaban nuestros invitados, como de la que hizo gala aquel día, al lado del árbol, mi amigo Cosme.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Billie Holiday - These foolish things (http://www.youtube.com/watch?v=2_20tKuKtF8)

26 de septiembre de 2012



No, no quiero que piensen que esto es una confesión, ni mucho menos que crean que les voy a desvelar algún siniestro suceso de mi pasado familiar, porque no lo hubo, aunque algo tiene de revelación, ya que es la primera vez que me atrevo a expresar en público mis sentimientos. Según la imaginación de mi padre somos descendientes de una distinguida dinastía austrohúngara. Por ello, fieles a sus ínfulas aristocráticas, me bautizaron con el nombre de Roderick. Pero para mí fue una verdadera cruz desde que tuve uso de razón. En el colegio, como después pasó en el instituto, y a pesar de mis esfuerzos por agradar a los demás, la realidad es que los chicos me rehuían y las chicas, simplemente, apartaban la mirada. Tuvieron que pasar muchos años para que escuchase por fin unas palabras amables hacia mí persona. Fueron del Sr. Kozinsky, el que sigue siendo mi jefe, cuando me dijo que poseía unas innatas dotes de persuasión como inspector de hacienda. Aunque aún sigo sin entender exactamente lo que quería decir, me levantaron el ánimo. Hasta hoy. Se me olvidada, yo soy el niño que está en primer término.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Hermann von Stachow - Zigeuner, du hast mein herz gestohlen (http://www.youtube.com/watch?v=ffrMcu4HVO8&feature=relmfu)

25 de septiembre de 2012



Si había algo que nos divertía cuando apenas teníamos doce años de edad era jugar a los detectives. Fieles a nuestra afición por las películas de Bogart y por la cosa de darle más veracidad al asunto, mis amigos y yo nos fijábamos en aquellos vecinos malcarados cuyos rasgos nos sugerían una posible trama llena de peligro y emoción. Bien era cierto que Little Italy, el barrio donde vivíamos, estaba plagado de semblantes de dudosa reputación, como también y por esa misma razón, había que moverse con discreción para no meterse en líos. De ahí que actuásemos con sigilo cuando seguíamos a uno de nuestros siniestros personajes. Recuerdo que el Sr. Martone fue uno de ellos. Su figura encorvada y su manera de entrecerrar los ojos, a modo de seductor trasnochado, nos hizo creer que podría ser un oscuro e impulsivo pistolero a sueldo de alguna de las bandas de gangsters más violentas de New York. Confieso que nunca me ha alegrado tanto, y más ahora, en mi madurez, de la mala suerte que siempre nos acompañó, porque aquella emocionante aventura, al igual que las demás, se convirtió en un decepcionante patinazo, cuando supimos que el único delito que había cometido el Sr. Martone fue emborracharse y estrellar su viejo automóvil contra la pequeña oficina de seguros donde trabajaba después de haber sido despedido por incompetente el día anterior, resultando herido su antiguo jefe con múltiples y variadas contusiones.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Mezz Mezzrow - Gone aways blues (http://www.youtube.com/watch?v=Ajjsp2gwmEk)

24 de septiembre de 2012



A mamá jamás le gustó Sophie. Decía que le resultaba bastante distante y antipática, algo que era recíproco, como pude comprobar las pocas ocasiones en que ella y mi hermano Jean hacían acto de presencia ya que, según decían, viajaban mucho. Para Jean era una situación compleja, porque su querencia por mamá era fuente de conflictos con Sophie, como su amor vehemente por Sophie fastidiaba a mamá. Yo tampoco tenía una relación fluida con mi cuñada, aunque he de reconocer que era inteligente, pero también extraña, desconfiada, parca en palabras y sobre todo una gran observadora, tanto, que no perdía detalle de todo lo que acontecía a su alrededor, ni siquiera se le escapaba el más leve sonido que se producía fuera de la casa cuando nos visitaban. Yo pensaba que eran los problemas habituales entre suegra y nuera. Al fin y al cabo, ellos me daban igual. Hasta que lo comprendí todo varios años después, por casualidad, cuando vi sus retratos en los periódicos. Era la pareja de estafadores más buscada de Francia. Si no fuese por Sophie, me costaría creerlo, porque mi hermano Jean siempre fue una calamidad.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Ives Montand - Les feuilles mortes (http://www.youtube.com/watch?v=JWfsp8kwJto)

21 de septiembre de 2012



Adoraba al tío Norbert a pesar de su enfermiza timidez. Era de esas personas que no gustaba llamar la atención, por ello se las arreglaba para pasar desapercibido aunque el homenajeado fuese él, como en la despedida que le organizaron sus compañeros del cuerpo de policía cuando se jubiló y en la que apenas nadie se percató de su presencia. O en su cumpleaños, una de esas ocasiones en las que se reunía toda la familia y en las que el tío ponía en práctica su técnica para hacerse invisible, sobre todo si sabía que alguien traía a una amiga para presentársela, ya que era soltero. Para mi y mis hermanos fueron los días más excitantes y divertidos de nuestra niñez. Sabíamos que el tío se negaba a salir en las fotos familiares, que prefería hacerlas él, porque su vergüenza era tan acusada que le provocaba diarreas. Por eso, cámara en mano, le perseguíamos por el jardín. Y aunque era algo harto difícil, en una de aquellas conseguimos sacarle una. De hecho, es el único retrato que existe de él.

· Fondo musical para acompañar la lectura:  The Del-Vikings - Come go with me (http://www.youtube.com/watch?v=P1eU_lDQaVM)

20 de septiembre de 2012



A pesar de su excesivo mutismo y su escaso carácter, siempre admiré a mi padre. Algo que todas las noches le reprochaba mi madre, aguantando su cansancio mientras preparaba la cena. Y no era para menos, ya que ella se había creado grandes ilusiones cuando, poco después de casarse, él heredó la barbería que fundó el bisabuelo e hizo próspera el abuelo. Pero la realidad fue muy distinta y los incipientes desconchones de las paredes de nuestra casa parecían avivar cada día más la frustración de mi madre. Yo sabía que mi padre tampoco poseía una gran lucidez, pero conocía a fondo el oficio y el negocio. Hasta que comprendí su silencio cuando un día, paseando por la calle con él, advertí que los antiguos clientes del vecindario que se cruzaban a nuestro paso le miraban con recelo. Me confesó que nunca quiso hacer daño a nadie pero que su mal pulso siempre se lo había impedido.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Mills Brothers - Swing for sale (http://www.youtube.com/watch?v=ZpAuOTXkn0Y&feature=related)

19 de septiembre de 2012



En su adolescencia, Dmitri Sergeievich Semiónov tuvo claro que su vocación era la de crear tendencias. Algo que causó una gran extrañeza en su padre, un modesto lechero de una aldea cercana a Ignatievo, el consiguiente disgusto cuando supo lo que significaba aquello y un monumental enfado cuando su hijo hizo el petate y se trasladó a Milán decidido a cumplir su sueño. Pero, según quienes le conocieron, Dmitri no tenía el talento suficiente ni el carácter necesario para sobrevivir en un mundo tan difícil como el de la moda. Por ello acabó aceptando un puesto en una pequeña tienda de electricidad que ocuparía hasta su jubilación. A pesar de ello nunca perdió la sonrisa, lo que le ayudó de sobremanera a hacer más verosímil su inventada vida de diseñador ante sus familiares, enviándoles cada cierto tiempo imágenes de él mismo con sus innovadoras ideas de estilo, como la de llevar la corbata por fuera del jersey.

· Fondo musical para acompañar la lectura: The singing guitars - "Поющие гитары" (http://www.youtube.com/watch?v=2ajfyfcyB5Q)

18 de septiembre de 2012




Confieso que nunca fui demasiado agraciado, como tampoco lo fue Betsy, la chica de la que me enamoré en el instituto y con la que después me casé. Tuvimos una hija, Mary Lou, que, inevitablemente, heredó nuestros genes. Betsy y yo tratamos de darle la mejor educación y todo nuestro cariño pero, aún así, ella nunca pareció superar su complejo. Nos decía que los chicos de su clase se sentían incómodos ante su presencia prefiriendo flirtear con las otras chicas quienes, además, se mostraban esquivas con ella. Nosotros procuramos restarle importancia ya que lo atribuíamos a la cosa de la adolescencia, hasta que intervino la dirección del colegio y después un juez de menores, quien decidió internarla en un reformatorio. La alegría que días atrás nos produjo el que Mary Lou fuese invitada a un cumpleaños se tornó en tragedia cuando se descubrió que la tarta que ella misma hizo estaba condimentada con matarratas.
· Fondo musical para acompañar la lectura: The Stereos - I really love you (http://www.youtube.com/watch?v=klxzUZxKYII)

17 de septiembre de 2012



Las huidizas hermanas Lee vivieron ajenas a los rumores y al temor que generaban en sus conciudadanos de Chadds Ford, Pennsylvania. Sus padres habían fallecido en extrañas circunstancias al incendiarse su granero cuando aún no habían cumplido la mayoría de edad. Como apenas se dejaban ver y nada se sabía de ellas, la mayoría pensaba que habían perdido la razón. Décadas después, el 3 de abril de 1943, las autoridades entraron en la casa ante el extremo abandono y la ausencia de movimientos en la misma. El hallazgo de tres cadáveres y los informes posteriores de los forenses acrecentó el misterio. Además de los dos cuerpos de las hermanas, que murieron a edad avanzada, el tercero, que estaba momificado debido al tiempo transcurrido y a la propia sequedad del ambiente, correspondía a un joven, lo que avivó la imaginación colectiva. El caso sigue aún sin resolver.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Georges Auric - O willow Waly, from The innocents (Jack Clayton, 1961) (http://www.youtube.com/watch?v=mL02joX6OpQ)

14 de septiembre de 2012



Mi madre nunca acabó de superar del todo la frustración que le causó la boda de mi hermana Jane. El problema no fue que sólo apareciesen tres músicos de la orquesta contratada, sino el monumental plantón que les dieron los invitados. Hasta fallaron sus mejores amigos, como si su hija fuese una apestada. Ahí estaba ella, al lado de los novios. Y mi padre. Y detrás yo, con las tías, intentando crear buen ambiente. Días después, aún con el disgusto en el cuerpo, mi madre descubrió por Claire, una vecina con fama de cotilla, que hubo un pequeño error ortográfico en la dirección que figuraba en las invitaciones, lo que había llevado a todo el mundo a desplazase hasta un pueblo costero, a más de un centenar de kilómetros del lugar del enlace.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Ella Fitzgerald - Cheek to cheek (http://www.youtube.com/watch?v=B5wQDxumlDc)

13 de septiembre de 2012



Según pude comprobar al manifestarme en el estudio fotográfico de Gustav Larsson cuando reveló la instantánea de mi velatorio, el espíritu del tío Edvin se había aparecido para vigilar de cerca a Johannes, el marido de mi querida y sufrida hija Kajsa. Sabía que el muy ladino albergaba con impaciencia la hora en que yo desapareciese de este mundo para quedarse con mis tierras. Después supe que el tío Edvin había puesto orden en mis asuntos durante mi estancia en el Purgatorio. Ahora, según la médium a través de la cual dicto estas palabras, compruebo apenado que el tío se excedió, porque las alucinaciones sufridas por Johannes arrastraron también a Kajsa, siendo ambos internados en un sanatorio mental.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Simon Power: Celtic Requiem (http://www.youtube.com/watch?v=3-uwNLylDuQ)

12 de septiembre de 2012



Todas las mañanas cuando me miro al espejo veo el rostro de un hombre envejecido, con una mirada penetrante y sin pasado, aunque puede que lo tenga, como tratan de averiguar mis médicos. Pero, para serles sincero, yo no recuerdo nada. La señora que vive conmigo y que dice ser mi mujer, no se cansa de repetirme que un día fui un prestigioso neurólogo que fabricó un aparato para preservar la memoria. Sé que todas estas cosas que ella me dice están muy bien porque, si les digo la verdad, me levantan el ánimo, pero ¿que quieren que les diga?... yo no me las acabo de creer.

· Fondo musical para acompañar la lectura: James Horner - Music from Brainstorm (Douglas Trumbull, 1983) (http://www.youtube.com/watch?v=YqXXmoeKmn0)

11 de septiembre de 2012



La suerte fue esquiva con Nicanor Pérez en su corta carrera profesional en los servicios de inteligencia, a cuyo departamento de innovación entregó todo su ingenio y entusiasmo, para después sufrir el olvido y la incomprensión de sus superiores. Algo que nunca superó, porque en sus últimos años de vida y según sus allegados, Nicanor se siguió quejando con amargura. Él, que había sido el artífice del primer aparato para las escuchas a distancia, no tenía la culpa de la escasa destreza de aquel joven agente que desapareció misteriosamente junto con su invento y de los que tan sólo queda una imagen del último ensayo antes de acometer la malograda misión.

· Fondo musical para acompañar la lectura:  David Shire - Music from The conversation (Francis Ford Coppola, 1974) (http://www.youtube.com/watch?v=nu1ycFaCtzk&feature=related)

10 de septiembre de 2012



La obsesiva discreción que habían llevado las cuatro hermanas Whitemore durante décadas por pasar desapercibidas ante los demás se vino abajo en cuestión de horas cuando un lluvioso día de otoño apareció el esqueleto de John Parker enterrado en el jardín de su casa. Treinta años atrás, Dorothy, la mayor, había visto peligrar la unidad familiar así como la castidad de Berenice, la pequeña, porque el finado había intentado conquistarla aprovechando las escasas salidas en que las hermanas se dejaban ver para asistir al oficio dominical en la pequeña iglesia de Willmington. Hasta que falleció en prisión, Dorothy jamás le perdonó a Gretel que recogiese de la calle aquel Fox Terrier del que se había encaprichado.

·Fondo musical para acompañar la lectura: Gabriel Fauré - Elegie in C minor, op. 24 (Jacqueline du Pré) (http://www.youtube.com/watch?v=F3q_HJN51uo)

7 de septiembre de 2012



Los vecinos de la calle Mile Road, en Royal Oak, Michigan, se percataron de que algo inaudito les sucedía a los hermanos Jenkins cuando se entregaron con fervor a la reflexión. Según coinciden algunos testimonios, ambos permanecieron durante varios días impávidos, en silencio, casi como si fuesen un elemento decorativo más, delante de la casa de sus padres. Incluso hasta allí acudieron algunos periodistas y reporteros gráficos por la expectación provocada. Luego se supo que, en su ensimismamiento, Joe y Jack tan sólo trataban de comprender como era posible que los Tigres de Detroit del mítico bateador Ty Cobb hubiesen quedado terceros en la liga.

Fondo musical para acompañar la lectura: Jack Teagarden - St. James Infirmary (http://www.youtube.com/watch?v=YxwsBh3xRko)

6 de septiembre de 2012



El día de mi cincuenta aniversario pude por fin desvelar uno de los misterios familiares que, desde mi infancia, siempre me habían inquietado cuando la tía Brigitte me regaló la cámara de fotos del tío Émile, a quien nunca llegué a conocer porque falleció cuando apenas yo tenía cinco años de edad. El enigma era que jamás había visto una fotografía hecha por él y, sin embargo, en las pocas que aparecía, siempre salía con el rostro tapado por su cámara. Ese día, la tía Brigitte me confesó que al tío, que tenía tanta fama de bromista como de poca vista, le había partido los dientes un tipo con escaso sentido del humor.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Jean Sablon - C'est si bon (http://www.youtube.com/watch?v=AHz1iAVnnLw)

5 de septiembre de 2012



Según confesó Reinaldo Sanmartini en su vejez, el peor día en su larga trayectoria profesional como fotógrafo fue cuando la familia Bonello le encargó un retrato. El problema no era que tuviese que desplazarse hasta la localidad siciliana de Caltanissetta, en aquellos tiempos no demasiado bien comunicada, ni que sus miembros perteneciesen a una dinastía de enterradores, sino que su excesiva seriedad puso a prueba los nervios y el pulso de Reinaldo. Poco después le contaron en el pueblo que era un hombre afortunado porque ese día fue la única vez que vieron afables a los Bonello quienes, además, tampoco eran muy dados a la conversación.

· Fondo musical para acompañar la lectura:  Carlo Rustichelli - Marcia funebre del film Divorzio all'italiana (Pietro Germi, 1961) (http://www.youtube.com/watch?v=XW67ESY92e8)

4 de septiembre de 2012



La obsesión de Frederick y Layla Smithson por entrar en las altas esferas de Baltimore les llevó a pergeñar todo tipo de estrategias. No es que él, que era un abogado del montón, invirtiese su exiguo sueldo en adquirir los mejores trajes y vestidos, ni que ella dedicase infinitas horas en averiguar todos los eventos sociales que tuviesen lugar en la ciudad, sino que, por la cosa de figurar y hacerse conocidos, hacían todo lo posible hasta por estar presentes en toda fotografía que se hiciese, porque salir con la familia del senador Will Hanson, como en este caso, daba su caché, aunque Frederick y Layla tuviesen que estar detrás de una ventana.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Bunny Berigan - High society (http://www.youtube.com/watch?v=R6esnM5O9nw)

3 de septiembre de 2012



Desde que se conocieron en el colegio, el tío Bill y su amigo Tom siempre soñaron con conocer el mar. Su deseo se cumplió muchos años después, por las cosas del destino, cuando decidieron alistarse en la marina por la escasez de oportunidades que les ofrecía Marquette, la pequeña localidad de Kansas que les había visto nacer y crecer. La abuela Rosalynd nos contó muchos años después que como no sabían nadar tuvieron que recurrir al ingenio para poder disfrutar de la playa, sobre todo cuando subía la marea.


· Fondo musical para acompañar ña lectura: Sol K. Bright's Hollywaiians - Honolulu how do you do (http://www.youtube.com/watch?v=9XI_BEfDhjs)