10 de septiembre de 2012



La obsesiva discreción que habían llevado las cuatro hermanas Whitemore durante décadas por pasar desapercibidas ante los demás se vino abajo en cuestión de horas cuando un lluvioso día de otoño apareció el esqueleto de John Parker enterrado en el jardín de su casa. Treinta años atrás, Dorothy, la mayor, había visto peligrar la unidad familiar así como la castidad de Berenice, la pequeña, porque el finado había intentado conquistarla aprovechando las escasas salidas en que las hermanas se dejaban ver para asistir al oficio dominical en la pequeña iglesia de Willmington. Hasta que falleció en prisión, Dorothy jamás le perdonó a Gretel que recogiese de la calle aquel Fox Terrier del que se había encaprichado.

·Fondo musical para acompañar la lectura: Gabriel Fauré - Elegie in C minor, op. 24 (Jacqueline du Pré) (http://www.youtube.com/watch?v=F3q_HJN51uo)