2 de abril de 2013




La señora Stevens, que era una mujer de carácter, siempre se había mostrado muy protectora con sus cuatro hijos, algo que era frecuente motivo de discusiones con Bob, su marido, a quien le parecia demasiado excesiva la actitud de su mujer. Lo peor vino después, cuando la adolescencia comenzó a transformar a sus vástagos en apuestos jovencitos quienes, por su afición al deporte, habían desarrollado un físico que no pasaba inadvertido entre sus compañeras del instituto. Algo de lo que era perfectamente consciente la señora Stevens quien, para preservar a sus retoños de caer en la tentación durante las vacaciones estivales, que era cuando los chicos estaban más expuestos a las miradas de las chicas, les apuntaba en aquellas actividades en las que pudiesen pasar más desapercibidos. Es por eso que los cuatro hermanos Stevens se convirtieron en experimentados submarinistas. Pero con el tiempo, al parecer, acabaron aborreciendo las profundidades del mar, ya que las playas de Florida terminaron siendo muy aburridas, porque bajo sus aguas sólo había arena.

(foto: cortesía de Naty Alma de Diamante)


· Fondo musical para acompañar la lecura: Billy Stewart - Summertime (https://www.youtube.com/watch?v=rw3xnw3LNQQ)