8 de mayo de 2012



No puedo dar nombres porque mi familia, aún hoy en día, no es bien recibida en el pueblo. Tampoco me gusta hablar mal de nadie y menos si el culpable fue un pariente, pero el origen de todo fue la gran afición de mi tío abuelo por las tabernas. Por extrañas circunstancias llegó a ser alcalde siendo el suyo uno de los mandatos más conflictivos que se recuerdan. Eso de tomar decisiones entre vapores etílicos le provocó la animadversión de los vecinos. Sus ocurrencias llegaron a tal grado de extravagancia que el pueblo salió en los medios. Incluso dicen que el tío abuelo fue un personaje difícil para los reporteros gráficos que pasaron por allí.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Connie Foley - Wild colonial boy (http://www.youtube.com/watch?v=VDkqeG2MjmM)