18 de junio de 2013



Horace fue un amigo de mi padre que en su juventud decía que de mayor se convertiría en el dueño del universo. Al parecer todos le rieron la gracia sin darle importancia alguna a sus pretensiones, ya que a esa edad todo el mundo piensa que se va a comer el mundo. Claro que mi padre apenas le dio tiempo a masticarlo ya que muy pronto comenzó a trabajar en la gestoría del abuelo y de la que se haría cargo cuando aquel se jubiló. Además, según mamá, mi padre nunca exteriorizó sus emociones, salvo un día, aquel cuando, después de muchos años, tuvo noticias de su amigo Horace. Éste había enviado a cada uno de sus viejos amigos una fotografía en la que aparecía su figura con una leyenda en el reverso en la que afirmaba que era el dueño del universo. Mi padre al mirarla lanzó una gran risotada y después, tras recuperar la calma, con los ojos aún llorosos comentó que era una broma típica de Horace ya que descubrió un pequeño fallo que hacía inverosímil su montaje, que el modelo del teléfono con el que aparecía hacía tiempo que no se fabricaba.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Eddie Cantor - You'd be surprised (http://www.youtube.com/watch?v=94J-GFABTVg)