17 de enero de 2014




Fue durante aquel viaje financiado por la universidad de Kiev para realizar un estudio demográfico de los Cárpatos, cuando al detenerse en la localidad de Kryvorivny el profesor Kostyantyn Kovalenko vio algo extraño en el comportamiento de sus habitantes. Tal fue su intriga, que decidió quedarse un tiempo para investigar ese fenómeno tan inusual, ya que pensó que podría tratarse de un hallazgo antropológico de gran relevancia. Kostyantyn se preguntaba como aquellas gentes habían transformado una respuesta tan natural en el ser humano como la risa en algo tan desproporcionado. ¿Sería por algún desconocido elemento específico en sus tierras de cultivo que afectaba directamente a los productos alimenticios? ¿Quizá de la composición del aire por la altitud en la que se hallaba el pueblo? ¿O simplemente era cosa de una anomalía genética? Después de varios días conviviendo con ellos, Kostyantyn no encontró respuesta alguna convirtiéndose en un mero testigo de como aquellas gentes vivían y hablaban entre bromas y chanzas, riéndose siempre los unos con los otros, como si estuvieran compitiendo para ver quien decía la ocurrencia más graciosa. E incluso Dmytro e Iryna, que tenían fama de ser el matrimonio más serio de la localidad, le recibieron a carcajadas. Hasta que Kostyantyn, agotado, tiró la toalla y prosiguió su viaje.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Marichka - Chervona Ruta (https://www.youtube.com/watch?v=u2tdMwQobZ0)