21 de octubre de 2013



Fue en una de esas aburridas tardes de otoño en que íbamos a visitar a mi abuela, mientras los mayores se entregaban a sus aburridas conversaciones, cuando decidí combatir mi tedio subiendo al desván para fisgar entre los viejos trastos que allí se habían ido acumulando con el paso del tiempo. Confieso que siempre he sentido una especial atracción por los enigmas, en parte alentada por mis lecturas de Conan Doyle y mi afición a leer las páginas de sucesos de los periódicos. No lo podía evitar, me gustaban los casos de asesinatos y de desapariciones. Es por eso que esa tarde de hastío, hurgando entre los cachivaches de mi abuela, hallé aquella fotografía en un pequeño baúl cubierto de polvo que tenía sus iniciales. De inmediato me puse a temblar de nerviosismo al hallarme ante un posible misterio familiar, donde alguien había tratado de borrar los rostros de siete chicas con manchas de quemaduras, como si el autor de tal agresión hubiese querido hacerlas desaparecer del mapa. Y además, el misterio se acrecentaba, si cabe aún más, con la presencia de algunos garabatos ilegibles. De inmediato comencé a elucubrar sobre las posibles causas de tal hecho, como también pensé en los numerosos crímenes sobre los que había leído, tratando que ello me diese ideas para encontrar un móvil. ¿Y si uno de mis antepasados fue un asesino en serie, quién, debido a un desequilibrio psíquico, eliminó a esas pobres chicas, una a una, marcándolas según las iba liquidando? pensé después. Se me pusieron los pelos de punta. Sí, en mi familia había un episodio oscuro y yo lo había descubierto. Pero tal excitación se convirtió en una enorme decepción, cuando la abuela, al ver la foto, sonrió, aunque sin disimular un cierto disgusto. Los rayajos los hizo ella y sus amigas. Cosas de la adolescencia, dijo. Pero lo demás fue su hermana pequeña, la tía abuela Cornelia cuando tenía siete años, quien, durante una merienda cogió aquella foto con las manos impregnadas de chocolate.

· Fondo musical para acompañar la lectura: These foolish things - Lester Young (Savoy, 1944) (http://www.youtube.com/watch?v=6w5PekfV4dY)