14 de junio de 2012



La edad jamás fue un obstáculo para el tío Hans que, según dicen, fue un incorregible seductor hasta el último día de su vida. La tía Lotta, que fue la única de sus cinco esposas que prosiguió unida a nuestra familia, decía que, aún sabiendo que seguía teniendo aventuras extraconyugales, era imposible no resistirse a sus encantos y su originalidad. No es que tuviese un físico imponente porque desde muy joven tuvo tendencia a la obesidad, pero lo que sí era cierto es que su oficio como vendedor de seguros le había perfeccionado en el arte de la oratoria que aderezaba con sus toques de extravagancia, como cuando conquisto a Christa vestido de tirolés.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Eric borchard's Jazzband - Aggravatin' papa (http://www.youtube.com/watch?v=fofv2BqtuYM)