1 de junio de 2012



Despechada porque su prometido se echó atrás en el último instante, Clarisa Walters se enroló en la marina sin pensárselo dos veces ya que, al menos, le permitiría ver más mundo. Su carácter y sus dotes de mando pronto la ayudaron a subir escalafones convirtiéndose en una de las mujeres más temidas de la armada. Algo que pudo comprobar la tripulación que tenía bajo su cargo cuando, durante una escala en New York y mientras se izaba la bandera en cubierta, vio que el tipo que besuqueaba a una explosiva rubia en el muelle y sin cortarse un pelo, no era ni más ni menos que el gusano que la dejó plantada. Dicen que él, por precaución, jamás volvió a ver el mar.

· Fondo musical para acompañar la lectura: The Andrews Sisters - Alexander's Ragtime Band (http://www.youtube.com/watch?v=qPTbgvzgMZU&feature=related)