7 de abril de 2014




No sé de qué se sorprenden, pero esa soy yo. Con mis ayudantes. ¿O acaso se esperaban esa tan manida como desusada imagen de la figura cubierta con ropajes y una guadaña en la mano? Pues no. Se equivocan. Y además es falsa. Porque la realidad es otra, ya que también paso por momentos duros. No se lo pueden imaginar. Los hay que ponen mucha resistencia. Lo comprendo, la alegría de vivir y todas esas cosas. Pero también es esa mi misión. Por eso ahora les confieso que tengo dos ayudantes. Son voluntarios. Al fin y al cabo en el nivel en que nos movemos no necesitamos nada, y menos aún dinero. Eso en lo que siempre piensan, por lo que se endeudan, se pelean, se enemistan o lo que sea. Como comprenderán es algo que me da igual porque al final, cuando se vienen conmigo, ahí se queda su gran fortuna o su insignificante cachivache. Para que otros lo despilfarren o lo tiren a la basura. No es asunto mío. Ni tan siquiera mi problema. Yo sólo me limito a cumplir mi cometido. Sé que me ven con mala cara, pero no se lo tomen a mal. Es el cansancio. Me dan mucho trabajo.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Neil Young - Guitar solo nº 5 -BSO de Dead Man (Jim Jarmusch, 1995)-(
https://www.youtube.com/watch?v=jx3ajYfbzcw)