20 de abril de 2012



Se lo dejo a su imaginación, pero uno de esos hombrecitos disfrazados soy yo. Sin embargo les confieso que sí había algo que me gustaba del colegio era la función de fin de curso. Allí descubrí que lo que quería ser de mayor era escritor de cuentos para niños, como también descubrí el carácter de mi padre, que era estibador del puerto de Tokio. Aún le recuerdo, cruzando la casa de un lado a otro, abofeteándose la cara como un poseso mientras vociferaba que qué era lo que había hecho mal para que su hijo tuviese tan peregrina idea. Pero luego la tormenta pasó. Y yo nunca llegué a escribir nada, salvo informes de contabilidad.

· Fondo musical para acompañar la lectura: World's End Girlfriend - Umbrella de la BSO Air Doll (Hirokazu Koreeda, 2009) (http://www.youtube.com/watch?v=tIfFd93YVAs&feature=relmfu)