30 de septiembre de 2015




Ludovico Gagliardi se había convertido en el icono de Calascibetta, la pequeña localidad siciliana donde nací. Recuerdo que cada vez que regresaba al pueblo por vacaciones, niños y mayores íbamos a la plaza mayor, a esperar la llegada del autobús junto con el alcalde, que se hacía acompañar por la banda municipal para recibirlo con todos los honores. Admirábamos a Ludovico, que se había marchado a París, donde, según nos contaba, pasaban muchas cosas importantes. Tantas, que sobre sus hombros, decía, recaía una parte del peso de la historia. Muchos años después supe que lo que Ludovico cargó sobre sus hombros fueron los equipajes de las más distinguidas figuras de la política, porque era botones en el Hotel Ritz de París. Pero fue algo que nunca conté en Calascibetta.

 · Fondo musical para acompañar la lectura: Trio LEscano & Maria Jottini - Maramao perchè sei morto.