29 de octubre de 2014




Sandalio López siempre ha salido en las fotos. En las que se hicieron aquel azaroso día no saldrá a pesar de la consternación que va a provocar cuando revele su decisión. No ha podido dormir durante toda la noche. Sus nervios le han hecho pasear de un lado al otro del salón, beber algunos tragos de whisky y fumar compulsivamente. Todavía su cabeza dará vueltas momentos antes de dirigirse a los suyos. Arrastra ya muchas semanas de reflexión, de dudas, de angustia, pero ha decidido dar el paso. Un paso que siente como algo trascendental, incluso histórico. Sabe que hasta sus personas de confianza pueden darle la espalda después de tantos años de trabajo y compromiso, de patear mercados y pequeños comercios, escuelas y asociaciones vecinales, ambulatorios y residencias de ancianos, día tras día, hablando con unos y otros, ganando su confianza. Pero su determinación es irrevocable. Así se muestra, con gesto imperturbable cuando llega el momento. Pone sus papeles sobre el atril. Se coloca el nudo de la corbata. Alza la vista y mira a su alrededor. Tras un corto silencio comunica a su equipo que como alcalde ha decidido convertirse en un hombre recto, íntegro y honrado. De su salida de la sala de juntas tampoco habrá imágenes.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Philip Glass - Glassworks / Opening (https://www.youtube.com/watch?v=anyFjDb9oLE)