30 de marzo de 2016




Los largos años de encierro en el laboratorio llevaron al doctor György Király a realizar un gran descubrimiento que, cuando lo presentó en su ponencia aquel 10 de mayo de 1959 durante el congreso de psiquiatría organizado por la universidad Eötvös Loránd de Budapest, desató la ira de sus colegas de profesión quienes, atónitos, no podían dar crédito a sus argumentos, tachándolos de absurdos y carentes de base científica. Sin embargo, el doctor Király, haciendo caso omiso al revuelo generado, prosiguió con su exposición, sin prever que el revuelo se tornaría en un monumental escándalo al concluir su intervención con un dispositivo de su invención que demostraba sus teorías, haciendo por primera vez visible a los ojos de los presentes algo tan invisible como la voz de la conciencia. · Fondo musical para acompañar la lectura: Éva Mikes - A szerelem himnusza.