9 de octubre de 2015




Es mi desdoblamiento. En silencio. Porque siempre he sido muy discreto. Y ahora me he multiplicado en cinco. Algo extraño. Pues hasta hace no mucho tiempo mi vida ha sido más bien sosa, lineal, sin sobresaltos, sin un pequeño hecho que se saliese de lo normal. Porque yo soy un tipo corriente, con gustos corrientes, con un trabajo corriente. Aunque confieso que hay momentos en que me vienen a la mente pensamientos perversos. Quizá la causa de mi duplicidad. Porque mientras uno va al trabajo, otro cumple las normas del ciudadano íntegro, el de más allá desempeña su papel social, aunque no sea alguien muy hablador, y el de más acá vive con su madre, viuda, haciendo las veces de hijo ejemplar, el restante, mi otro yo, el verdadero yo, o al menos eso creo, da rienda suelta precisamente a esos pensamientos perversos para que esos otros y los demás no se enteren. No se cuanto me durará el efecto. Si acabaré diluyéndome en el tiempo o simplemente desintegrándome en el olvido. Pero de momento procuro aprovecharlo a fondo.

· Fondo musical para acompañar la lectura: Tape - Parade.