3 de junio de 2016




Las cosas se pusieron de aquella manera. Pero ¿qué podía hacer? La situación era extremadamente delicada. Tuve que hacerlo porque, aunque él me inquietó por su aspecto, hubo un momento que me pareció una eternidad, en el que sentí un cierto temor. Incluso hasta pánico. Pero tuve que hacer como si todo eso fuese algo normal. Al fin y al cabo había muchos ojos observándonos. Algunos con cámaras fotográficas. Y comencé a transpirar. Hubo instantes que me sentí perdido en esa amalgama de sentimientos encontrados que recorrieron mi interior. No era dueño de mis actos. Y aun así, traté de mantener la compostura. Sobre todo cuando me hicieron estrechar la mano de ese ser que, según supe después, despertaba en los demás una gran expectación. Hasta que fui consciente de que mi mirada me delataba. Pero logré salvar la situación esbozando mi mejor sonrisa, a pesar de que me pareció muy raro que me pusiesen junto a un tipo con una enorme mata de pelo al lado de cada una de sus orejas.


· Fondo musical para acompañar la lectura: Shin Joong Hyun - Hiky shin, 1958