4 de noviembre de 2014




El tacto y la discreción de algunos invitados en aquella recepción fueron determinantes para solventar en tan solo unos instantes una embarazosa situación que a punto estuvo de generar una crisis mundial. Aunque se evitó en lo posible que aquel suceso trascendiese más allá de las paredes de la embajada, Robert O’Keeffe, el fotógrafo que cubría el evento, logró captar justo el momento después, cuando los ánimos se tranquilizan y las aguas vuelven a su cauce. El agregado Olivier Desrochers sonríe a la cámara, al igual que su mujer Yvette, como si no hubiera sucedido nada. Mientras tanto, al fondo, ajenos a todo, la baronesa Van Wegberg brinda con Jimmy Ramsey, el célebre jugador de golf con fama de playboy. A su izquierda, algo más alejada, Giulietta De Luca, la esposa del embajador italiano, cuyo rostro aún da muestras del sofoco tras la tensión vivida. Frente a ella, Mauricio Valdés, el ministro cubano de agricultura, quien todavía no sale de su asombro. Y a su lado, de espaldas, la aristócrata húngara Franciska Szabolcsi que habla con el corresponsal español Aniceto Perales. Pero en aquella instantánea O’Keeffe consigue captar al hombre que ha generado el conflicto, el que ocupaba el hueco que hay en la mesa, entre la Sra. De Luca y el Sr. Perales. Está sentado en primer término, todavía bajo los efectos del alcohol, cabizbajo, quizá avergonzado por haber contado demasiados chistes que ridiculizaban las diferentes nacionalidades. Por eso nadie le mira.

· Fondo musical para acompañar la lectura; Tina Brooks - Everything happens to me (https://www.youtube.com/watch?v=2TGhSC5Iry8)