Esta es la única imagen que se salvó de los
álbumes familiares de Joe Bishop después de que, en un ataque de ira, la
señora Bishop los destruyese por completo. Joe era un respetado
fabricante de vallas publicitarias cuya desmesurada pasión por su
trabajo le costó el divorcio. Eran demasiadas “vacaciones inolvidables”,
como él solía llamarlas, fotografiándose con los suyos en cada cartel
que encontraban a su paso.