André Deveraux fue uno más de aquellos hombres
que tuvieron el sueño de volar. En su condición de entomólogo, y tras
varios años de intensas investigaciones, fabricó un complejo traje al
que dotó con las propiedades voladoras de los insectos. Pero, poco antes
de subir al campanario de la iglesia de Clermont-Ferrand para probarlo,
fue detenido y confinado en un sanatorio psiquiátrico.