El tío Edward era en realidad de Murcia. Lo
único que hizo fue americanizar su nombre cuando emigró a los Estados
Unidos. Se había instalado en Pittsburgh, donde trabajó de operario en
una fábrica de acero. Sus problemas de oído le impidieron ir al frente.
Después, la última noticia que se tuvo de él fue esta fotografía en la
que aparece con su coche. Se la envió a su madre para que viese que
había prosperado.