Sé
que a muchos de ustedes les gustan las historias curiosas o con un
cierto toque de extravagancia. Les confieso que a mí también. Pero hoy
no he podido evitar el cambio de registro porque, hurgando hace un rato
entre mis viejos papeles, me encontré con la imagen de Carmelo y Elena
del día en el que comenzaron a salir juntos, hace más de cuarenta años.
Sin embargo, no he tenido noticias de
ellos desde hace décadas, no sé si aún siguen juntos, ni siquiera si
están vivos. Los conocí en la universidad, y fueron parte de mi grupo de
amigos que, cuando descubrieron sus mutuos sentimientos, se
distanciaron de nosotros. Cosas de los enamorados. Pero aunque fueron
dos personas discretas, hubo algo que siempre nos llamó la atención a
todos, aunque nunca supimos con certeza que era. Recuerdo que tampoco le
dimos demasiada importancia. Y hoy, precisamente, yo, que he tenido una
vida normal y sin sobresaltos, he tenido la sensación de haber
descubierto ese algo. Si, el aspecto del rostro de ambos, como de ratón
de biblioteca. Pero quizá todo esto sea una nadería y que en el fondo,
sin saberlo, todos envidiábamos el brillo de sus ojos.
· Fondo musical para acompañar la lectura: Artie Shaw & his orchestra with Helen Forrest - All the things you are (http://www.youtube.com/watch?v=PhBQd2VMWzA)